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Adopción de cuatro hermanos: "Fue enamorarse a primera vista", dijo Silvia Rivero

Después de 14 años de espera, la familia de Silvia Rivero decidió adoptar cuatro hermanitos salteños, que ya cumplieron un mes en su nuevo hogar. Por Radio Provincia, la flamante mamá contó esta experiencia que ha despertado admiración en las familias fueguinas, por su acto de generosidad al recibir cuatro vidas y darles toda la contención y el amor que hasta ahora no tuvieron.

lunes 17 de julio de 2017
Adopción de cuatro hermanos: "Fue enamorarse a primera vista", dijo Silvia Rivero

“Al no poder tener hijos, nos inscribimos en el registro y ahí empezamos la carrera. Primero queríamos uno, después dos y, si son hermanos, decidimos que venga la cantidad que venga. Este año nos hicieron una entrevista por seis hermanos, pero nunca pensé que nos iban a dar cuatro juntos. Al principio queríamos un bebé y después fuimos creciendo como matrimonio, hablando sobre la independencia que queríamos, y decimos tener chicos más grandes para que nos puedan acompañar en esta etapa de nuestra vida. Yo siempre trabajé con adolescentes y también necesitan cariño, un hogar y padres que los quieran, porque estaban en un hogar esperando. Están muy necesitados de amor en esta etapa de su vida y uno tiene la posibilidad de ayudarlos”, dijo.


Los niños tienen 7, 9, 10 y 12 años. “La mayor es una nena y el resto son varones. Son seres excepcionales. Son maravillosos. Nos enseñan cosas y podemos aprender muchísimo de ellos así como ellos de nosotros. Podemos ayudarlos a lograr su potencial y lo que ellos quieren hacer. Uno quiere ser gobernador y otro quiere ser presidente, así que, cómo no tener ganas de trabajar con ellos. Uno ve el potencial que quieren lograr y estamos para eso. La nena quiere ser maestra jardinera, a otro le gusta dibujar y está viendo qué quiere ser. Vemos los talentos que tienen todos”, señaló con orgullo.


Su marido trabaja en seguridad en una empresa privada, y la señora ya está jubilada. “Estoy en esta etapa en que puedo dedicarme de lleno a ellos. No me considero anciana, me gusta dar cosas y yo siempre digo que tengo 30 años. Es la forma en que me siento y como puedo disfrutar”, manifestó.


Hoy tenían previsto comenzar con las colonias de vacaciones. “Los chicos están entusiasmadísimos, nos va a apretar el frío porque no tenemos auto y nos tenemos que ir en colectivo, pero les ha encantado el frío y les gustó la nieve. Hoy va a ser nuestra primera experiencia esperando el colectivo”, contó, compartiendo experiencias donde “todo es nuevo, todo les llama la atención, no tienen problemas de hablar con la gente que les pregunta cosas, cuentan que su papá y mamá los adoptaron y saben quiénes son y quiénes somos nosotros, y que forman parte de nuestra familia”.


Respecto de su historia anterior, dijo que no la conoce. “Puedo contar la mía hacia adelante, y tampoco me interesó el pasado. Yo empiezo de ahora, de cero. La jueza me dijo que me llevaba cuatro bebés, que recién iba a conocer, con los que me iba a integrar y ellos se iban a integrar a mí. Pero son bebés que piensa, hablan y actúan solos”, sostuvo.


Los cuatro niños tienen una hermana mayor, que lamentablemente no pudo ser adoptada por la demora del proceso. “Si la adopción hubiese salido en 2010, ella estaría en este momento con nosotros, pero ya tiene una pareja y una bebé, y está con la familia del marido. Pero forma parte de mi familia por los lazos, porque va a estar en contacto con los hermanos”, afirmó.


Consultada sobre la posibilidad de que sean reclamados por sus padres biológicos, Silvia se mostró tranquila porque “la jueza me dijo que no había vuelta atrás en esta adopción. Nosotros pensamos en esa posibilidad, pero la jueza nos dio tranquilidad y nos alentó a seguir adelante. Inclusive cuando les dijeron que tenía que venir a visitarlos la asistente social, ellos me dijeron ‘no nos queremos ir, mamá’. Yo les dije que en febrero tenemos que ir a Salta para firmar la adopción plena, pero ellos no quieren volver”, dijo, contenta por el lazo que se estableció desde el inicio.


“Fue enamorarse a primera vista. La primera vez se dio todo. Tuvimos la posibilidad de conocernos por videollamada y sentir el contacto y el afecto mutuo”, manifestó.


Volvió a lamentar la demora del proceso de 14 años, que no es el único caso. “Si hubiera salido en 2010, yo tendría cinco hijos, y no cuatro”, dijo.


Los niños ya van a la escuela y se han integrado sin problemas: “Encontramos una escuela linda dentro de la provincia, con poca cantidad de matrícula, los docentes conocen a sus alumnos y eso me gustó. Hablamos con Supervisión para incluirlos y no tuvimos problema, porque buscamos un lugar donde pudieran estar los cuatro juntos. Van al turno mañana y les queda la tarde libre para hacer otro tipo de actividades”, indicó Silvia.


La receta para este desafío es “mucha charla con la pareja, sin proyecciones, sino hablar sobre dónde estamos parados y lo que queremos lograr como familia. Pensamos en lo que necesitan ellos, y no lo que necesitamos nosotros. Pensamos en lo que tenemos y lo que podemos ofrecer, y trabajar sobre lo que ellos desean y no lo que yo quiero que sean”, subrayó.


“Nosotros fuimos creciendo como pareja y, si bien al principio queríamos un bebé, entendimos que los adolescentes o preadolescentes también necesitan una familia. Pero son adolescentes niños todavía. A la nena le gusta jugar con las muñecas, no piensa en el maquillaje sino en los juguetes, y tengo que aceptar su etapa. A los chicos le gusta jugar a la pelota, jugar entre ellos. Están en la etapa del juego, son personas sanas, no son tímidos para nada y no tienen problema de hablar con quien sea, con respeto, con amabilidad. Les preguntan y entran a hablar como si nada”, concluyó esta mamá, orgullosa y feliz de serlo finalmente.

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