Optó por remitirse al presupuesto que cada año aprueba la Legislatura. El estudio compara el aumento de empleados públicos en cada provincia y, para el caso de Tierra del Fuego, estima que sobraría con la mitad para el funcionamiento de la administración.
“Desconozco cómo lo han medido y en base a qué. Esto puede ser tomado en base a la cantidad de habitantes, a los servicios que se dan”, barajó por Radio Nacional Ushuaia.
Recordó que “la planta de personal está en el presupuesto de cada año y no se toma una persona más de la que establece la ley”.
Se le preguntó por declaraciones de un dirigente de ATE sobre el ingreso en el IPV, por citar un ejemplo, de “más de 150 personas sin concurso”, pero respondió que “es mentira y no aumentó la planta en esa cantidad”, aunque “no pudo precisar” cuántas altas hubo.
Explicó que en general van de la mano de las bajas, por lo que no habría un incremento real, pero siempre en el terreno de la especulación y sin datos precisos.
Farías aseguró que “falta recurso humano en áreas específicas, como informática”, además de las especialidades médicas. Lejos de coincidir con un estado que podría funcionar con muchos menos empleados, insistió en que “falta gente” y que salen “pedidos de convocatoria todo el tiempo, que es difícil aprobarlos”, por necesidades de distintas áreas del gobierno.
Concedió que el recurso humano “puede ser que esté mal distribuido, tenemos fallas como todos” y justificó que cambiar “es difícil con las leyes actuales. Nos pasa con una persona que falta al trabajo y en el ámbito privado sería despedido, acá hay un sumario y tiene su trámite. Ayer hicimos un sumario a una persona que faltó 112 días, y recién se inicia”, dijo, sin aventurar el resultado.
Lo cierto es que el informe se afirma que en el ranking de mayor cantidad de empleados provinciales a la cabeza está Tierra del Fuego “con 119 empleados cada 1.000 habitantes”, seguida de Santa Cruz con 108, Neuquén con 97, Catamarca con 89, La Rioja con 84, Chubut con 75, Jujuy, Río Negro con 69 y Formosa con 66.
Indica que “las provincias, ahogadas económicamente, pero con el peso de varios servicios básicos, como la educación, la seguridad y la salud, fueron las grandes contratantes. Sus listados crecieron 47 por ciento en seis años, a razón de 92.276 empleados por año”, como promedio entre el abanico que se abre entre Tierra del Fuego con el 106% y Formosa con una reducción del 6%.
El crecimiento del empleo público fue calificado como “una bomba de tiempo” por quie estuvo a cargo del estudio de parte de NOAnomics, Félix Piacentini, en función de “las tensiones salariales en los sectores públicos de las provincias”, que “se hacen más evidentes hoy por la puja distributiva que ocasiona el proceso inflacionario que padecemos, pero es el resultado de una dinámica de importante crecimiento en el empleo público durante la última década”.
“En valores absolutos la provincia en donde más ha crecido el empleo estatal es Tierra del Fuego, cuya planta se ha duplicado desde 2003 con un aumento del 106%. También son relevantes las expansiones en el plantel de Catamarca con un incremento del 80% en la última década, siguiendo Santa Cruz, Chubut, Corrientes y Salta que se encuentran en el rango del 60% entre 2013 y 2003. Únicamente Formosa habría logrado una merma en su dotación de estatales, mientras que San Luis y Santa Fe son las provincias donde menor crecimiento se registra, del 13% y 18% entre las puntas respectivamente”.