“Ushuaia no es un destino particularmente más caro que otros destinos de Argentina”, sostuvo Brisighelli

“La ocupación es un poco mayor del 84%. Los fines de semana largo no non afectan tanto como a los destinos más cercanos porque estamos muy lejos para la escapada. Sí estamos afectados positivamente por una muy buena temporada de invierno”, resumió.

Según explicó “en los dos segmentos, turismo nacional y extranjero, tenemos muy buena presencia. Tenemos dos o tres cuestiones que nos están ayudando este año: primero la disponibilidad de vuelos, evidentemente cuando hay vuelos la gente viene y los lugares se ocupan. La situación económica hace que pensar en viajar o tomar vacaciones fuera del país se vuelva una cuestión extremadamente onerosa y la gente elige viajar dentro del país”.

“Los precios están bien, los valores de las tarifas de los restaurantes en Buenos Aires no están tan lejos de los de Ushuaia. En hotelería también, las tarifas están parecidas a destinos con una misma temporada que nosotros. Ushuaia no es un destino particularmente más caro que otros destinos de Argentina”, señaló.

Consultado por el tipo de turismo que llega a Ushuaia, Brisighelli reconoció que “la mayor parte de la gente no viene a esquiar, viene a pasear, a hacer actividades de invierno como paseo en snowcat”.

“Mayo y junio siguen siendo meses bajos, pero se ha logrado continuar la temporada de invierno con la de verano. Estamos muy conformes con cómo se va desarrollando la temporada anual. La panacea es tener temporada alta todo el año, pero hoy creo que no nos podemos quejar de la forma que tiene la temporada en Ushuaia”, sostuvo.

Respecto a la temporada de cruceros, el presidente de la Cámara de Turismo de Ushuaia recordó que “la pasada temporada tuvimos 360 recaladas. Para esta temporada estamos arriba de los 400 y hay 7 barcos mas que van a operar, solo uno es reemplazo de uno viejo, los restantes 6 son barcos que se agregan. Es necesario algún tipo de ampliación de obra en el puerto para aumentar la capacidad operativa”.

“La cantidad de alojamiento no registrado es importante y el daño que implica para el establecimiento formal es enorme. Hay muchos edificios importantes, nuevos, que cuando las desarrolladoras del edificio lo ofrecen en venta, lo ofrecen como una excelente inversión para alojamiento turístico. No es ilegal, el problema es que la mayoría decide hacerlo por izquierda. No se plantea que hay que prohibir el alquiler de departamentos, lo que se dice es que hay que cumplir con las normas y hay que regularlo”, advirtió para concluir.