“Se entendió que era necesario regular la actividad y la práctica”, dijo Zanón

Asimismo, comentó que “el proyecto se presentó en marzo del 2020, fueron 3 años en los que se estudió, por eso la votación fue unánime. Hay un público muy importante que consume estos tratamientos. La idea es entender que también hay un montón de prácticas que no nos corresponden”.

Según la norma, “interviene la Dirección de Habilitaciones Comerciales de la municipalidad. Además, las profesionales tienen que tener el aval de ACEMA, que pertenece a la Asociación Argentina de Cosmetología, lo que le da un marco regulatorio a todas las academias de enseñanza”.

En esta línea, Zanón explicó que “el consumidor tiene que tener claro que hay prácticas invasivas que corresponden a los médicos. Es un avance muy importante para la población y los trabajadores que quieren preservar su trabajo y vivir de lo que estudiaron”.

“Tendrán que tener una certificación habilitante de ACEMA y un espacio físico que contemple los requisitos de asepsia, en metros cuadrados del gabinete, la sala de espera y demás”, agregó.

Además, indicó que “el ANMAT regula el equipamiento del cosmetólogo y el correspondiente a otros ámbitos. Impedirles el trabajo a las cosmetólogas o las esteticistas, era injusto. Son cuestiones nacionales e internacionales, pero había que regular. Necesitábamos ordenar esto y se logró con la ayuda de todos los concejales. Estamos muy conformes con cómo quedó la ordenanza”.

“Ahora hay que ordenar a cada una de las profesionales y educar a los consumidores, que a veces no entienden la función y el alcance de la cosmetología. Si tenemos una patología o una dolencia, no podemos ir a un masajista, sino a un profesional de la salud”.

Zanón aclaró que “hay prácticas que no se pueden hacer en un gabinete cosmetológico. Aunque las cosmetólogas tienen un rol central en el cuidado de la piel y el asesoramiento. Lo que ACEMA busca y regula es que cada uno pueda trabajar sin invadir el campo del otro”.

“Empezaremos con un relevamiento. Para ser socio de ACEMA tenés que ser un socio habilitante. Acá se buscaba evitar la persecución que sufrían las cosmetólogas, porque no tenían un marco regulatorio”, continuó.

Por otro lado, habló sobre el trabajo por delante y anticipó que buscan “trabajar con el Ministerio de Educación para encuadrarnos con la educación formal y contar con la carrera de cosmetología en la UNTDF. Nuestro objetivo es incluirlo dentro de la educación no formal, que sea un oficio, y cuente con un marco educativo”.

Y comentó que “hay muchas personas que quieren estudiar la carrera y otro lugar es complicado. ACEMA siempre tuvo la lógica de ordenar y jerarquizar la profesión, nunca se buscó invadir el campo de la salud”.

Finalmente, dijo que “si la Ley Provincial sale en algún momento, sería lo ideal, aunque la idea no es que sea de forma apurada”.

“No me molesta que la ordenanza haya demorado, porque todos los concejales se sentaron a estudiar y trabajar en el tema”, cerró.