“Este año duplicamos la cantidad de equipos, tuvimos 100”, dijo Figueroa

En este sentido, expresó: “En mi caso y en el de muchos otros, nos hubiera gustado tener algo así. Poder brindárselos es lo más lindo del planeta”.

Asimismo, afirmó que “el proceso de los chicos fue mucho mejor que el año pasado. Aprendimos que es mejor tener más presencialidad en las clases. Les enseñamos electrónica, programación e impresión 3D. Estamos todos muy contentos. Arrancaron 300 chicos y ayer compitieron los 3 equipos finales”.

“Primero aprendieron electrónica. De a poco los fuimos incentivando a hacer las partes del robot. Para eso les entregamos impresoras 3D, para que aprendan. Hacíamos clases todas las semanas. Esa era la movida del año pasado. Hicimos mayor cantidad de talleres y frecuencias, con todos los chicos. La verdad que el proceso fue lo más lindo”, detalló.

Para la final, contó que desarrollaron “un laberinto para el robot. Tenían que recorrerlo. Había trampas y, si lograban sortearla, podían cortar el camino. A lo largo había sensores a los que debían apuntar con el láser incorporado. Podía ocurrir que tenían que empujarse con los otros competidores, para llegar al centro”.

“Entregamos un kit de herramientas y después cuando veíamos el entusiasmo en las clases presenciales, lo disfrutamos mucho. Ellos estaban muy contentos”.

En la competencia de cierre “los chicos hicieron la araña, que era compleja. Tiene mucha programación. Cuenta con una placa soldada, había que agregarle el láser, la batería y los motores. Tenían que aprender sobre polaridad de la corriente y demás. Hubo mucho desarrollo en esto”.  

Consultado por los premios, Figueroa anticipó que “serán como el año pasado. Se entregarán computadoras, celulares y bicicletas. El 3 de noviembre se entregan los premios al primer y segundo lugar. También habrá menciones especiales para los equipos que trabajaron muy bien, pero no salieron ganadores”.

Finalmente, dijo que están “con el equipo, comentando todo lo sucedido. Fue muy lindo. La idea era superar lo del año pasado, que ya nos habíamos puesto una vara alta; tratar de corregir errores y mejorar las olimpiadas”.