“Se decide dañar la industria, como herramienta de negociación y presión”

En esta línea, indicó que “es una situación gremial entre terceros a la actividad: el Estado y los gremios estatales. El turismo no tiene ninguna injerencia en el trabajo, en la actividad, en el pedido, en la negociación o en la toma de decisiones. Se decide tomar como víctima a una actividad que no tiene nada que ver”.

Brisighelli manifestó que no ve la medida “como algo razonable. Dañar al tercero es algo hipócrita. Dañar a alguien que no tiene defensa para presionar más es algo cuestionable y preocupante desde la actitud”.

Al mismo tiempo, advirtió que “el turismo es una actividad extremadamente sensible. Cuando está paseando, lo que menos quiere un turista es un problema. Está pagando por placer. La tarea de nosotros es cumplir las expectativas de los turistas que invierten mucho dinero para venir al Fin del Mundo. Entonces, es gente que gasta una cantidad muy importante y espera un nivel de satisfacción mínimo sobre ciertas cuestiones”.

“Venir y encontrarse con que tiene comprada una excursión y cuando llega ve que hay 20 personas haciendo fuego y que no lo dejan pasar, es una situación extremadamente violenta”, subrayó.

Asimismo, sostuvo que “no solo pasa por la incomodidad y la decepción de no poder hacer una excursión, sino que se suma a la experiencia del momento. Se encuentra metido en una manifestación, con ruido, fuego y gente violenta. No es nada de lo que estaba en la ilusión previa a venir”.

Según el titular de la Cámara de Turismo, esto “se traduce en comentarios negativos en internet. Eso queda ahí por los siglos de los siglos y el daño no se reduce con el tiempo. El que busca antecedentes de Ushuaia, encuentra estos problemas”.

A modo de ejemplo, narró: “Hace unos cuantos años vinieron los autos de Google para hacer las fotografías del Street View de Ushuaia. Si buscás la foto de Maipú y Roca, lo que hay es un piquete. Hoy el turista que busca una imagen del puerto y demás, lo que ve es el piquete de ese día, de hace muchos años. Es decir que ese daño se mantiene”.

“No tenemos forma de generar ninguna solución real a los problemas. Somos invitados de piedra de este problema”.

E insistió en que “se está dañando al tipo que no tiene injerencia en la negociación. No es que hacen una actividad en la que impiden el funcionamiento del Estado. Estaría mal, pero apuntaría a las personas que están involucradas. Nosotros no tenemos nada que ver”.

Además, denunció que “este problema está reflejándose en el bloqueo a las personas que tenían que embarcarse en los catamaranes. Ayer hubo problema de ingresos de vehículos al puerto para provisiones a pasajeros. La gente está en el puerto y no sé qué van a hacer hoy. Están afectando el movimiento de pasajeros de los cruceros”.

“Ayer no permitieron el paso de vehículos y las personas debieron caminar 700 metros con las valijas para ir hasta los buses. Si esto empieza a escalar y se agrava, y la única estrategia es aumentar el daño hacia los turistas, es preocupante”.

También anticipó que “si no permiten el ingreso de turistas a los barcos, vamos a tener un problema serio, porque no tenemos hoteles disponibles. Vamos a tener 300 o 500 pasajeros en la ciudad que no podrán subirse al barco. Esa será una situación grave”.

Consultado por el impacto inmediato de estas situaciones, Brisighelli explicó que “no somos imprescindibles, el daño no es gratuito. Tenemos características logísticas superiores a Puerto William, pero si a esas mejoras les metemos problemas, la ecuación les cierra mejor del otro lado. Los barcos operan acá porque es más conveniente. Nuestro trabajo es entender esto y mantener la ventaja para sostener el trabajo”.  

Por otro lado, habló sobre las proyecciones para la temporada y dijo que “este año vamos a tener unas 520 recaladas de cruceros, que será un record frente a las 460 del año pasado. Estamos recibiendo al segmento del turismo europeo, que el año pasado no se había reactivado”.

“Seguimos con una expectativa de una temporada que se va a desarrollar en muy buenos términos. Los números de gente, independientemente de su origen, serán similares al año pasado, lo que es una muy buena noticia”, continuó.

Por último, se refirió al recital de La Renga en Ushuaia y expuso que estos “son eventos que siempre dejan dinero en la economía local. La gente en algún lugar se aloja, algún transporte toma y en algún lugar come. Posiblemente el que viene a La Renga no vaya a una excursión, pero el turismo es un mercado de muchos bolsillos, por lo que aportará a la economía”.

“Estos eventos son muy buenos. Tienen el desafío de ser bien organizados y contar con la logística de un montón de gente. Independientemente de eso, el hecho es positivo”, concluyó.