El presidente AFARTE pronosticó menos producción para el segundo semestre de 2018 y el primero de 2019

Lo atribuyó al contexto nacional y aseguró que el producto estrella de Tierra del Fuego que emplea gran mano de obra, como los celulares, no tienen demanda. “Producto de los cambios económicos que ha vivido nuestro país hay una cierta retracción de la demanda, y en productos muy sensibles como los celulares, enseguida han empezado a bajar las ordenes de producción”, dijo.

“El celular es un producto que tiene un proceso productivo más liviano que el de aire acondicionado o el de televisores, entonces rápidamente se repone la orden de producción, pero también rápidamente cae. Con los cambios que ha habido en las últimas cuatro o cinco semanas, hubo una anticipación de parte de las marcas respecto de que van a vender menos, que habrá una menor demanda, y esto se tradujo con caída de ordenes de producción”, explicó.

Sería el motivo de la caída de contratos en FAPESA y Mirgor, que hace celulares a través de IATEC, y se sumó la caída de demanda de televisores porque la demanda para el mundial está cubierta y no hay previsibilidad para el segundo semestre.

“Lamentablemente hay una especie de coincidencias de dos factores, uno que tiene que ver con la crisis, y el otro en cierto sentido programado por el pico de demanda de televisores”, dijo.

“La situación definitivamente es amarga”, definió Hellemeyer, y no ve horizonte sino por el contrario una profundización de la crisis.

Indicó que en FAPESA se habían incorporado entre 140 y 150 televisores con contratos temporarios para fabricar televisores en el primer semestre, unos 50 en BGH y unos 180 en IATEC, pero no pudo precisar el número global de contratos caídos porque hay casos en empresas que no son socias de AFARTE como Famar y Audivic, señaló.

Apuntó que estas dos empresas “además están complicadas por otros motivos porque le proveen a la industria automotriz y les han venido para atrás los pedidos”, también por la caída de demanda a nivel nacional.

“La situación es crítica y se junta el cese de los PPD, que ya ha cumplido los cuatro meses este año”, manifestó.

En este contexto y, si bien la intención es dar más trabajo a los PPD, duda de que sea posible porque “somos más conservadores con la expectativa de mayor volumen o de mayor demanda que teníamos a comienzos de año, por la variación del tipo de cambio. Necesariamente esta variación está relacionada con el precio de venta al público y los productos se van a vender menos”, advirtió.

La crisis se extendería hasta el 2019, adelantó Hellemeyer: “Somos conservadores con las expectativas a futuro, en relación al segundo semestre de 2018 y el primero de 2019, porque veníamos mostrando grandes señales de abaratamiento del precio de venta al público, pero cuando hay variaciones con respecto al tipo de cambio ya no se puede mostrar tanto abaratamiento al público. Lamentablemente cuando hay un dólar más caro y una mayor inflación, el consumidor piensa dos veces antes de largarse a comprar. Con esta retracción del consumo, después queda el bendito factor del stock, por eso hablo de una retracción de producción para el segundo semestre de 2018 y el primero de 2019. Realmente es un momento de mucha incertidumbre”, concluyó.