“Las familias tienen que empezar a poner foco en las actividades dentro de las redes”

El profesional indicó que “la edad a la que empieza la adicción es de 12 a 17 años. El capital de juego va de 5 mil a 20 mil pesos mensuales. Por otro lado, no se usan páginas de apuestas, sino casinos de WhatsApp”.

Asimismo, señaló que “lo que hacen es permitir un espacio de apuestas clandestinas, vinculado a un número de teléfono y con un referente. Se coloca a un menor como referente, que tiene de 10 a 15 amigos que juegan. Este es el que pasa las apuestas y puede jugar y quedarse con el 10%.

Lazzaroni dijo que estos espacios “propician una vida mucho más fácil, sin esfuerzos o necesidades laborales, por chicos que van incitando a otros a que jueguen. No observando el inconveniente que se produce con los cambios de actitudes en las escuelas”.

“Instituciones donde no había hurto e inconvenientes de faltantes, empiezan a producirse. Se derivan a lo que es vender un teléfono o una tablet, para sostener el nivel de apuesta”.

Según lo que contó, la apuesta “puede ser en cualquier juego o un nivel de apuesta por determinado partido, un determinado resultado o un gol a una hora específica. Tenemos muchísimos jóvenes y mayores que juegan pensando que esto es una actividad más y lo transmiten a los más chicos. Por eso, el gran tema es la bifurcación hacia WhatsApp. Entrar a una página web implica una cantidad de requisitos a los que no se puede ingresar”.

“Algunos dicen casino en línea, casino WS, Apuestas y demás. Te invitan a colocar apuestas por el monto que pongas. Lo pagan por Mercado Pago o por Ualá. Es algo para ir teniendo en cuenta”, narró.

Lazzaroni instó a la sociedad a “analizar qué es lo que nos pasa, que virtualizamos todas las relaciones. No todo pasa por la virtualidad. Debemos volver a los valores de familia y sociedad, para vincularnos y dejar de tener estas tentaciones ocultas”.

Y a modo de ejemplo afirmó que “en México hay 12 millones de chicos en situación de riesgo. El problema sobre la costa del pacífico involucra  a12 millones de chicos. Si podemos trabajar en el programa social de prevención del delito. Si podemos exponer esto, hacemos pensar a la gente en lo que ocurre. Para ver qué le pasa a la gente, qué les pasa a nuestros hijos y qué es lo que no están manifestando”.

Por otro lado, marcó que “siempre que trabajamos en la prevención, habrá un surgimiento mayor de casos, porque la gente observa más. Esto genera que se visibilice mucho más. Vemos que en la provincia hay una cantidad de trabajos judiciales con allanamientos y detenciones que vienen dándose desde hace tiempo, para desbaratar determinada cantidad de células”.

Además, entendió que “el trabajo va bien, necesitamos generar un pacto social en el que todas las familias se involucren en el cuidado de los chicos: en colocar cuidados parentales; en darles los equipos el tiempo necesario para que no generen daños; tratar de adaptar el teléfono o tablet a la edad que necesiten. Ahí generaremos conciencia y educación”.

Consultado por medidas preventivas para el Cyber Monday, Lazzaroni comentó que “el primer perjuicio es económico, por defraudación en la compra. El segundo es la defraudación del producto, en el que a veces se compran productos a cuatro veces menos del valor, pero no son originales. La gente compra algo como si fuera original, pero no lo es. Esas son las dos estafas”.

Finalmente, dijo que “la gente tiene que empezar a entender que cuando decimos ‘las cosas en los comercios están muy caras’, es porque podemos ver el producto. La recomendación es que compren únicamente en sitios y empresas con alto nivel de seguridad”.

“Si no estafan desde lo económico, lo hacen desde el producto. Entiendo la necesidad económica de los argentinos y que queremos comprar barato, pero no todos los sitios ofrecen garantía y seguridad”, concluyó.