Concejales desmemoriados: Desde 2012 regía en Río Grande la declaración del “día del niño por nacer”

Con el número 013/12, fue aprobada en la sesión del 27 de marzo de 2012 y declara “el deber del Municipio de Río Grande ante la sociedad de defender el derecho universal a la vida”. Además instruye al Departamento Ejecutivo Municipal “a incorporar en el calendario y agenda municipal el día 25 de marzo de cada año como ‘El día del niño por nacer’, organizando anualmente en la cuarta semana de cada mes de marzo de cada año una semana de jornadas denominada ‘semana por la vida, la dignidad y la familia’, que tengan por objeto promover el derecho a la vida en toda su extensión, la dignidad y la familia mediante actividades educativas y culturales de difusión y concientización”.

También insta al Departamento Ejecutivo Municipal a que “a través de las áreas municipales correspondientes”, elabore “un programa municipal que articule las políticas de Estado que refieran a la defensa de la vida en toda su extensión con acciones concretas, debiendo para ello utilizar los recursos propios y aquellos que se gestionen ante las autoridades provinciales, nacionales, organismos nacionales e internacionales, los recursos para financiar el mismo, de conformidad a las consideraciones de la presente”.

El cuerpo de concejales en 2012 estaba presidido por la hoy senadora Miriam Boyadjian, impulsora de esta declaración, e integrado por Alejandro Nogar, Mauricio Oyarzo, Esteban “Chiquito” Martínez, Héctor “Moncho” Garay y Laura Colazo.

Dos de esos concejales, Nogar y Colazo, forman parte actualmente del cuerpo de concejales que aprobaron la adhesión a la ley junto con Raúl Von der Thusen y Paulino Rossi, impulsada esta vez por Alejandro Nogar, que ya había aprobado la declaración seis años atrás.

La ordenanza fue vetada por el intendente Gustavo Melella y, en los seis años que mediaron desde aquella declaración al presente, no se conoció ningún reclamo por supuestos incumplimientos de la manda del cuerpo deliberativo. 

Tampoco fue citada la norma preexistente en el acalorado debate que surgió en la sesión, en la que se presentó y aprobó sobre tablas la ordenanza.

“Cuando se van a abordar temas que se sabe que traerán opiniones públicas divididas y generarán polémica, resulta por lo menos llamativo que a nadie se le haya ocurrido hacer un repaso; máxime cuando estamos hablando de iniciativas que vienen del seno de un mismo partido, en este caso el Movimiento Popular Fueguino”, escribió la periodista Fernanda Rossi en una editorial en la que expone precisamente este curioso olvido. 

Lo cierto es que el día del niño por nacer ya estaba en la agenda de la ciudad, o debería estarlo y, de existir algún incumplimiento del Ejecutivo, pasó desapercibido. Como también expone Rossi en su editorial, “si la discusión se hubiera llevado a comisión, tal como se pidió en la sesión, probablemente hubiera aparecido entre los archivos esta resolución y se evitaban este supino papelón que pretendió ser una manifestación aleccionadora vaya a saber uno para quién”.

Los intentos del concejal Paulino Rossi de despegar esta polémica adhesión del debate nacional por la despenalización del aborto fueron tan poco convincentes como los argumentos de los impulsores del proyecto respecto de que la necesidad de debate había quedado saldada en la sesión.

El profundo interés por sentar posición como ciudad atendiendo a la coyuntura, fue más fuerte que un simple ejercicio de memoria y que la responsabilidad de los ediles de al menos conocer las normas vigentes y, en todo caso, poner empeño en su cumplimiento, si es que realmente existía una preocupación real por “salvar las dos vidas” e implementar políticas de concientización que, al menos en los últimos seis años, fue un tema que no tuvo ninguna prioridad.