“El movimiento ha bajado mucho, al menos al 50%”, advirtió Loreto

Loreto expuso que la caída de ventas “ha hecho que el flujo de camiones sea mucho menor. El combustible aumentó más que el doble. Los repuestos y cubiertas no se consiguen. Nosotros sufrimos esto desde hace más de un año. La realidad es que estamos acostumbrados a esto”.

“El aumento ‘por las dudas’ nos afecta desde hace más de un año. Una cubierta sale el doble que en Chile. Hay un montón de costos que no se comparan”.

Además, advirtió que no tienen “muchas expectativas. No podemos vislumbrar ni siquiera hacia dónde irán la economía y la industria. No sabemos si la va a  reactivar o no. Acá vivimos en una burbuja. De Santa Fe para arriba, salvo excepciones como Chubut con el petróleo, está todo muy golpeado. Hay empresas parando camiones y despidiendo gente”.

“Nos seguimos moviendo y tratamos de seguir buscándole la vuelta a la cosa. Todo lo que puede avizorarse para que la economía se pueda restablecer, todavía no lo estamos viendo”, agregó.

Respecto a las dificultades en el pago a TABSA, Loreto contó que “es una deuda muy similar a la que teníamos cuando arrancamos con esto. Existía y era de 2 millones 100 mil dólares. Se ha pagado algo. Luego vino el tema de las elecciones. La verdad es que ya no sabemos qué hacer, porque tenemos la plata”.

Y mencionó que “en algunos casos se ha debitado la plata de las cuentas, pero no se le acreditó a TABSA. Las demoras pueden tardar entre 90 y 120 días. Nosotros no tenemos más para hacer, ni podemos esperar a ver qué va a hacer el gobierno nacional. Como transportistas cumplimos”.  

Al mismo tiempo, Loreto entendió que “están faltando dólares. No tienen y hablan con proveedores del exterior sobre demoras de 90 a 120 días. Obviamente se viene acumulando. Con toda esta movida del último tiempo y el cambio de Gobierno que no entiende la situación de nuestra provincia, deben tener otras prioridades. A nosotros nos dejan para lo último”.

No obstante, aclaró que “no van a cortar el servicio. Lo que cortan es la cuenta corriente. Eso hace que deba pagarse en el momento con tarjeta o en efectivo. Lo hacemos así porque no queremos una deuda. Gran parte paga al subir a la barcaza. El año pasado la deuda se hizo tan grande, que costó un montón pagarla. Además, la inestabilidad del dólar nos afectaba bastante”.

“Lo que ellos están viendo es que el volumen de transporte bajó muchísimo. El gran problema es el costo operativo diario. Han usado ahorros de la empresa para sostenerse”, continuó.

Por último, indicó que “las industrias todavía no han arrancado. El año pasado se sobreestoquearon de materia prima. Las ventas cayeron fuertemente y tienen productos terminados en los centros logísticos”.

“Nadie está comprando un televisor o nada, porque la gente está llegando de suerte a fin de mes. La realidad es que no venden nada y las fábricas tienen compromisos contractuales con grandes empresas. Tienen que cumplir con cierta producción, pero de igual forma no venden”, cerró.